Las noticias diarias sobre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump no paran. El tema que más está relacionado a su política actualmente es el control migratorio que este intenta reforzar en su país. Este martes, su gobierno estableció nuevas directrices para reforzar y asegurar que este intento se lleve a cabo lo más pronto posible.
Redacción El Político
Estas nuevas directrices publicadas este martes, conllevan un plan que debe acelerar el proceso de deportación de inmigrantes indocumentados y que esto esté aunado al contrato de 15.000 nuevos agentes.
"El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de EE.UU.", subraya el documento con los nuevos ejes de política migratoria, reseñado por la agencia EFE.
Este comunicado publicado este martes, ha sido firmado por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly y pretende generar un cambio de 180 grados con respecto a las políticas implementadas por Barack Obama en el período anterior. Lo que Trump quiere cumplir con esto es la deportación masiva de inmigrantes en EEUU.
Los inmigrantes que sean considerados criminales violentos, que hayan abusado de beneficios públicos o que puedan parecer un riesgo para la seguridad pública y nacional, serán deportados inmediatamente.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz presidencial, Sean Spicer, dijo hoy que el objetivo "es dar más autoridad a la agencia federal para hacer cumplir leyes migratorias" y recordó que "todo el mundo que está aquí ilegalmente puede ser deportado en cualquier momento".
La contratación de 15.000 nuevos agentes para el control migratorio, son un recurso que el gobierno de Trump tendrá que adquirir, ya que este asegura que existe una falta de recursos en cuanto a agentes estatales y locales que colaboren en estas labores.
Trump había prometido que sería México quien se hará cargo de la factura del muro, pero en las últimas semanas ha reculado al afirmar que será EE.UU. quien asuma en primer lugar el coste y posteriormente será reembolsado, algo a lo que México se ha negado tajantemente.