Sin manifestaciones ni desfiles. El planeta celebra confinado el Primero de Mayo, debido a la pandemia del nuevo coronavirus que se ha cobrado 233.000 vidas y socava la economía mundial, a la vez que sigue alimentando la tensión entre Estados Unidos y China.
El Político
El Día Internacional del Trabajo, festivo en muchos países (con excepciones como Estados Unidos, Canadá o Australia) transcurrirá sin concentraciones, por primera vez en la historia de los sindicatos, que llamaron a otras formas de movilización, en los balcones o en las redes sociales.
Como en Indonesia, donde la principal confederación desplegó pancartas en 200 ciudades y lanzó una campaña en internet invitando a "manifestarse desde casa".
La principal reivindicación es que se garanticen los salarios pues, al igual que en el resto del mundo, la pandemia obligó a innumerables empresas a reducir o suspender su actividad.
En Filipinas, unos 23 millones de personas, casi un cuarto de la población, está amenazada por el hambre, alertó el responsable sindical Jerome Adonis.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al menos 1.600 millones de personas podrían perder sus empleos debido al confinamiento y a la consecuente recesión histórica.
Estados Unidos, país más afectado con casi 63.000 fallecidos, registró más de 30 millones de solicitudes de ayudas por desempleo desde mediados de marzo, un récord. Boeing, golpeado por el cese de los viajes internacionales, anunció el lanzamiento de una oferta de bonos de 25.000 millones de dólares.
Multimillonarios un 10% más ricos
El confinamiento no afecta por igual a ricos y pobres: entre el 18 de marzo y el 10 de abril, la fortuna de los multimillonarios estadounidenses aumentó cerca de un 10%, es decir 282.000 millones de dólares, sobre todo gracias a las ganancias en bolsa de empresas tecnológicas, según un estudio estadounidense.
En Europa, continente que ha pagado el precio humano más alto con más de 138.000 fallecidos, el Banco Central Europeo (BCE), afirma estar "preparado" para reforzar su arsenal de apoyo a la economía.
En el Reino Unido, se alcanzó el pico de la pandemia, según el primer ministro Boris Johnson, que prometió desvelar un plan de desconfinamiento la próxima semana.
Basándose en su éxito en la lucha contra la pandemia, Alemania adoptó nuevas medidas para el desconfinamiento, con la reapertura de lugares de culto, museos y zoos. Pero los cafés y restaurantes seguirán cerrados hasta al menos el 6 de mayo, y la canciller Angela Merkel descartó por el momento una apertura de las fronteras dado el riesgo de una segunda ola.
Los "invisibles de nuestra sociedad"
En América Latina, donde la pandemia ya provocó más de 11.000 muertes y 215.000 contagios, según las cifras oficiales, varios países contemplan también levantar algunas restricciones.
Pero "una flexibilización inmediata de las medidas podría ser desastrosa", alertó Marcos Espinal, director del departamento de enfermedades contagiosas de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Mientras, en Cuba, deportistas y músicos se entrenan en los tejados de sus casas. Como William Roblejo, un violinista de 35 años. "Estoy muy feliz, fui encerrado durante 20 o 25 días", cuenta en La Habana.
Y en Bolivia, que flexibilizará la cuarentena a partir del 11 de mayo, una protesta con caceroladas rompió el silencio el jueves por la noche en las ciudades de El Alto y La Paz, en protesta por la realización de elecciones generales en un plazo de 90 días en plena pandemia.
En Brasil, el confinamiento fue prolongado en Río de Janeiro hasta el 11 de mayo, una decisión tomada en contra de la opinión del presidente Jair Bolsonaro, quien defiende la reanudación de la actividad económica a toda costa.
En Japón, el estado de emergencia sanitaria se extenderá más allá del 6 de mayo, insinuó el primer ministro Shinzo Abe.
En Francia, donde la tradición del Primero de Mayo es especialmente importante, los sindicatos dedicaron la jornada a los "invisibles de nuestra sociedad", sanitarios o cajeros, que "siguen trabajando a menudo arriesgando sus vidas".
En Estambul, la policía turca detuvo el viernes a varios responsables sindicales que desfilaban a pesar de las restricciones.
Por último en Alemania, este Primero de Mayo despertó la preocupación de las autoridades, con manifestaciones anticonfinamiento de la izquierda radical, la ultraderecha y los seguidores de teorías conspirativas.
Fuente: AFP