El asesinato de tres militares que realizaban acciones de patrullaje, ha servido para que las autoridades pongan atención al grave problema de narcocontrabando, trata de blancas, asalto a embarcaciones y pillaje de todo tipo se viene realizando impunemente en la zona.
Apolinar Martínez/El Político
Infructuosos habían resultado las denuncias, reclamaciones y llantos de cientos de personas que han visto desaparecer, sin ninguna explicación a sus familiares, o que han sido víctimas del robo de sus pequeñas embarcaciones o conquistadas sus hijas para luego descubrir que eran llevadas a Trinidad o cualquiera otra nación del Caribe para ser explotadas como prostitutas.
Fue menester que fueran asesinados tres militares que realizaban patrullaje por Puente Hierro, Mapire y Río Grande en los límites entre Trinidad y Venezuela, para que las autoridades parecieran despertar del sopor de una situación mil veces denunciada, pero ante la que existía una indiferencia grosera, lo que hace suponer a los pobladores que existe una complicidad entre funcionarios y delincuentes.
Más de 250 personas desaparecidas en 6 meses
Isidro Villegas, padre de uno de los desparecidos en el bote Ana María sostiene que “Ahora si es verdad que realmente está vigilado y patrullado el Golfo y la Costa de Paria, con el asalto al bote de la Armada venezolana y la muerte de tres militares que en paz descansen, fue que despertaron y dejaron la desidia en la zona, donde pase lo que pase, no había dolientes. Nadie asumía la responsabilidad ni le ponían el cascabel al gato”, aclaró.
Villegas sostiene que ahora los organismos de seguridad si están interesados en saber que pasa en los límites entre Venezuela y Trinidad “Cuando se han desparecidos una cantidad exagerada de personas, entre los que han declarado y los no declarados, hay más de 250 personas, entre jóvenes, niños y hasta mujeres embarazadas. Las autoridades fueron negligentes en su actuación y respuestas, ahora lamentablemente se pierden tres vidas de jóvenes valiosos, dos fusiles y una pistola y se activo un despliegue militar en la zona. ¿Por qué no ocurrió cuando las humildes familias del pueblo de Venezuela han vivido la desesperación forzada de sus familiares y amigos? Cada vez el hampa ocupa más espacio”, detalla.
El declarante expone que los organismos de seguridad en oportunidades son cómplices de irregularidades. “Los funcionarios acceden por unos cuantos dólares, por eso es imperiosa la necesidad que la armada y los cuerpos de seguridad del estado tomen el control de los mares, y en esta zona de Paria. No solo se deben quedar en áreas urbanas que suban al cerro a la montaña donde operan las bandas, los grupos o células paramilitares que están ahí en Parque Nacional Paria”
Jóvenes para la prostitución
Según una investigación entre ambos países opera una red de trata de personas, que se encarga de captar a mujeres jóvenes para obligarlas a prostituirse. Han encontrado a sus víctimas entre los estados Táchira, Anzoátegui, Distrito Capital y Sucre. Un caso dramático es el narrado por el Times de Nueva York, que narra la historia quien afortunadamente logró escapar.
Yoskeili Zurita se sentó, junto a decenas de otras mujeres, en un barco pesquero que arrancó a toda velocidad. Su prima también iba en ese viaje. Sin embargo, el esquife sobrecargado comenzó a inundarse y una ola repentina hizo que se volcara.
Los gritos resonaban en el agua. Las mujeres gritaban los nombres de sus hijos, a quienes habían dejado en Venezuela. En la penumbra, alguien rezaba.
“Mi prima no sabía nadar. Me miró y me dijo: ‘No puedo hacerlo’”, recordó Yoskeili, quien pasó dos días aferrándose a la cubierta del bote en el estrecho entre Trinidad y Venezuela antes de que un grupo de pescadores la encontrara. Jamás volvió a ver a su prima.
La embarcación se hundió con 38 pasajeros a fines de abril; la mayoría eran mujeres. Solo nueve personas sobrevivieron, entre ellas Yoskeili y otras mujeres que las autoridades dicen que fueron víctimas de una red de tráfico de personas.
Aparecen las autoridades
Como ocurre siempre las autoridades llegan después de los delincuentes y por supuesto no agarran a nadie. Por ahora cuentan con un enorme operativo de la Guardia Nacional, Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar, Policía del estado Sucre, Policía Naval y Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro, y como en la venta del sofá del engañado marido, tomaron la decisión de impedir el zarpe de cualquier embarcación del puerto de Güiria. "Demasiado tarde piaste pajarito", habría que decirles.