Un venezolano llegara a la luna o, al menos, así lo cree Nicolás Maduro. El dictador venezolano, quien habló este miércoles desde Beijing, comunicó que su régimen adelanta conversaciones con las autoridades aeroespaciales de China.
El Político
Maduro, quien efectúa una visita oficial de cinco días al gigante asiático, anunció la creación de la subcomisión para la Cooperación Científica, Tecnológica, Industrial y Aeroespacial.
🇨🇳| Nicolás Maduro anunció este miércoles que hará alianzas tecnológicas con el gigante asiático, para que llegue el primer venezolano a la luna en aeronave china.
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— EL POLÍTICO (@Elpoliticonews) September 13, 2023
El comité, que teóricamente estará conformado por expertos chinos y venezolanos, “tendrá como símbolo (…) la llegada del primer hombre, la primera mujer, venezolano a la luna”.
Según el líder chavista, el acuerdo de cooperación entre Pekín y Caracas, comprende la capacitación de venezolanos que viajarán hasta la República Popular para “prepararse como astronautas en las escuelas chinas”.
En la búsqueda de liquidez
La larga visita de Nicolás Maduro a China comenzó el fin de semana, con su arribo a Shenzhen.
El dictador chavista hizo su llegada a la meca tecnológica de China, en compañía de su esposa, Cilia Flores.
Maduro, quien fue recibido con un espectáculo de drones luminosos, aterrizó después en Shanghái.
Tras llegar a la capital financiera de la República Popular, sostuvo un encuentro con Dilma Rousseff.
La ex presidente de Brasil, defenestrada en 2016 a través de un proceso de juicio político, es ahora la encargada del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS.
Ese cara a cara ha sido leído como el primer esfuerzo de Nicolás Maduro para conseguir financiamiento.
El dictador, quien prevé presentarse como candidato en las elecciones presidenciales de 2024, necesita reflotar la golpeada economía venezolana.
Según especialistas, el régimen “madurista” requiere unos 5.000 millones de dólares para darle oxígeno a una economía que registró, durante agosto, un pico inflacionario.
Un reporte independiente, elaborado por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), señala que, durante el pasado mes, el Índice de Precios al Consumo (IPC) se elevó 13,6%.
El subidón representa “el mayor aumento de precios en lo que va de año”, según lo indicado por el OVF.
Con tal contexto como telón de fondo, Maduro requiere liquidez. El dinero le brindaría un respiro a la economía venezolana, pues permitiría continuar, al menos por un tiempo, con la política que, desde hace meses, adelanta el Banco Central de Venezuela (BCV).
Con el ánimo de contener el precio del dólar (una divisa que circula libremente en la República Bolivariana, aunque no es la moneda oficial), el BCV inyecta, de manera semanal, ingentes cantidades de dólares dentro del mercado.
Tal práctica mantiene estable la oferta y la demanda, logrando así cierta estabilidad cambiaria.
Con la necesidad de efectivo entre ceja y ceja, Nicolás Maduro arribó Beijing. Allí se encontró con el presidente chino, Xi Jinping.
Jefe de Estado y dictador se dieron la mano y posaron para las cámaras. Poco después, Maduro comunicó que Pekín y Caracas han acordado ser socios estratégicos “para todo tiempo”.
Más allá de la retórica, el estatus es el nivel más alto de la diplomacia china. El gigante asiático tiene el mismo tratado con otros tres países: Rusia, Bielorrusia y Pakistán.