Largas colas de ciudadanos esperan hoy a las puertas del Monasterio de los Jerónimos de Lisboa, donde está instalada la capilla ardiente del expresidente portugués Mário Soares, para dar un último adiós al histórico socialista.
El silencio marca el paso de los centenares de ciudadanos que pasan junto al féretro de Soares, colocado en la Sala de los Azulejos del monasterio, cubierto con la bandera de Portugal y acompañado de las condecoraciones que recibió a lo largo de su vida.
En el Museo de Arqueología, situado junto al monasterio y donde está la entrada a la capilla ardiente, seis libros de condolencias han sido puestos a disposición de los que quieran dejar un último mensaje para el que fuera también primer ministro en tres ocasiones.
A los ciudadanos anónimos se han unido muchas caras conocidas del escenario político portugués, como la del expresidente Jorge Sampaio, que acudió acompañado de su esposa, y el ex primer ministro socialista José Sócrates.
También se acercaron a dar el pésame a la familia los líderes de los principales partidos de Portugal, como el socialdemócrata Pedro Passos Coelho, la marxista Catarina Martins y el comunista Jerónimo de Sousa.
El cortejo fúnebre llegó al monasterio a primera hora de la tarde rodeado de una gran ovación, tras recorrer Lisboa entre aplausos, lágrimas y homenajes de muchos portugueses que quisieron despedir al fundador del Partido Socialista.
Allí fue recibido por el jefe del Estado, Marcelo Rebelo de Sousa; el presidente del Parlamento, Eduardo Ferro Rodrigues, y la ministra de la Presidencia, Maria Manuel Leitão Marques, en representación del primer ministro, António Costa, quien se encuentra de visita oficial en la India.
La capilla ardiente permanecerá abierta al público hasta la medianoche de hoy y durante la mañana del martes, antes de que el cortejo fúnebre del expresidente ponga rumbo al Cementerio de los Prazeres, donde se celebrará el funeral.
La despedida de Mário Soares, fallecido este sábado a los 92 años, está acompañada de tres días de luto nacional que comienzan hoy y contará con honores de Estado en homenaje a su papel clave en la historia política de la democracia portuguesa.
Con información de EFE