Según Lorena Milanovic, autora de un artículo en el sitio digital informativo Es de Latinos, más allá del deslumbramiento del turismo espacial que practican los empresarios Bezon, Branson y Musk, existe un mensaje más profundo: “La Amazonificación del espacio ha comenzado en serio”. Porque lo que una vez fue en gran parte el dominio del gran gobierno, ahora es cada vez más el ámbito de las grandes tecnologías. “Las personas que vendieron por Internet ahora venderán la Luna y las estrellas”.
El Político
La autora reseña que Jeff Bezos y Richard Branson demostraron vívidamente este mes que volar hasta los confines del cielo parecía seguro. Narra: “El planeta tiene tantos problemas que es un alivio escapar de ellos aunque sea por diez minutos, que era aproximadamente la duración de los viajes suborbitales que ofrecían los emprendedores a través de sus respectivas empresas, Blue Origin y Virgin Galactic”.
A su modo de ver, toda esta actividad espacial es el comienzo de algo nuevo, pero también una repetición de la década de 1990. A principios de esa década, Internet era propiedad del gobierno dedicada a la investigación y la comunicación para unos pocos. Al final, gracias a Bezos más que a nadie, era un lugar para que todos compraran cosas. Durante los siguientes 20 años, la tecnología creció y se convirtió en Big Tech, provocando temores bipartidistas de que Amazon, Facebook, Google y Apple ahora son demasiado poderosos.
Añade: “El espacio exterior podría ahora embarcarse en un viaje similar desde la frontera hasta las grandes empresas. Durante décadas, la NASA no obtuvo fondos suficientes para hacer algo tan épico como el programa Apollo. La administración Trump decretó el regreso a la luna para 2024. La administración Biden ha respaldado el objetivo pero no la fecha. Si llega a ocurrir, será con la ayuda de empresas como SpaceX y Blue Origin. A diferencia del proyecto Apollo en la década de 1960, el próximo viaje a la luna se subcontratará. Las empresas espaciales más pequeñas están aún más abiertas a los emprendedores”.
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— Blue Origin (@blueorigin) July 20, 2021
El espacio a las manos de los millonarios
Milanovic estima que la comercialización del espacio comenzó durante el auge de las puntocom en la década de 1990. Pero tardó mucho más en concretarse. Y que los vuelos de este mes se remontan a 1996. Cuando la organización sin fines de lucro X Prize anunció un concurso: US$ 10 millones para la primera organización no gubernamental en construir una nave espacial reutilizable que pudiera llevar a alguien a una altitud de 100 kilómetros.
Sostiene que el diseño ganador en 2004 resultó ser SpaceShipOne en un esfuerzo dirigido por Burt Rutan. Fue un ingeniero aeroespacial que anteriormente diseñó el avión Voyager que voló alrededor del mundo sin detenerse ni repostar. Fue financiado por Paul Allen, cofundador de Microsoft quien murió en 2018.
Precisa: “El Premio X también despertó el interés de Branson. Logró la marca registrada ´Virgin Galactic Airways´ en 1999 y obtuvo la licencia de la tecnología SpaceShipOne. Branson esperaba que una versión más grande pudiera iniciar vuelos comerciales dentro de tres años. En cambio, tomó 17 años”.
Fuente: Es de Latinos