Cristine Lagarde, directora gerente del organismo, sostuvo que “alienta ver que la política fiscal será adecuadamente conducida bajo el nuevo liderazgo de José Antonio Meade, nuevo ministro de Hacienda (y con quien dialogó durante una reunión bilateral el viernes, en la que se abordó la relación con el FMI, que incluye este año la auditoría al sistema financiero que está por arrancar).
“Está claro que el país (México) está preocupado por los efectos de contagio que puedan provocar decisiones que se tomen fuera del país, incluidas las monetarias” (por la volatilidad ligada a la prolongada indecisión de la FED de normalizar su política monetaria), y por supuesto, que estamos atentos a apoyar a nuestros miembros a limitar los efectos de contagio global de decisiones hechas fuera.
Lo anterior fue comentado al finalizar la reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC), del que Agustín Carstens es su presidente, y que éste afirmara que la asamblea de gobernadores se pronunció por la aplicación de políticas coordinadas que combinen la utilización de políticas monetarias, fiscales y estructurales orientadas a fomentar el crecimiento incluyente de la economía.
Carstens comentó que una preocupación generalizada está efectivamente relacionada con la debilidad que acusa el comercio internacional desde 2009, pues es una de las razones que lastran el crecimiento de muchas economías y han depreciado fuertemente el intercambio de materias primas. “Un claro signo de que no estamos explotando las reglas de comercio multilateral son las más de mil 400 restricciones documentadas al comercio que se han impuesto sólo dentro de los países del G20, ése es un desafío y uno de los temas de mayor prioridad para impulsar el crecimiento incluyente”, dijo Carstens.
El otro tiene que ver con sus efectos colaterales y que explican las voces políticas que en diferentes países del mundo se han levantado contra el libre comercio, y que también se relaciona con la economía digital. “Hay muchas personas que no reciben los beneficios de la globalización y por eso la convicción de que los gobiernos deben usar la política fiscal de forma incluyente para promover el crecimiento, pero mejorando la reincorporación de los trabajadores y personas que han dejado atrás la globalización y la digitalización.
En relación con México y la tasa de crecimiento, que bien podría encajar en el “muy poco por demasiado tiempo y en beneficio de pocos”, Lagarde subrayó que como país que no deja de ser exportador de materias primas (petróleo), se hace evidente que debe continuar la diversificación económica, pero reconoció que el proceso de reformas que está aplicándose en el país, por ser tan variado y amplio, tenderá a potenciar su capacidad de crecimiento”.
“México ha emprendido varias de las reformas estructurales que por muchos años se habían diferido, educación, telecomunicaciones, la reforma petrolera, de inclusión financiera e incluso fiscal. Es una gama muy grande de reformas que sin duda alguna desencadenará el potencial de la economía mexicana”, concluyó.
Con información de: Excelsior