Las langostas del desierto son una de las amenazas más grandes para los cultivos y está poniendo en riesgo al ya vulnerable este de África, recoge La Vanguardia
El Político
Al contrario del coronavirus, las langostas no dañan a las personas, pero sí a los cultivos. Y si el cultivo de marzo no puede recogerse, la situación para el cuerno de África (Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Etiopía) puede empeorar.

Los expertos estiman que las langostas son capaces de viajar unos 150 kilómetros al día y de destruir al menos 200 toneladas de vegetación; en una región en la que más de 19 millones de personas ya viven en riesgo de hambruna, según los últimos datos del Grupo de Trabajo Sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (FSNWG).
La Vanguardia
Este punto en la geografía africana ha sufrido de sequías e inundaciones que han maltratado a los cultivos y han favorecido el esparcimiento de las langostas. Por ello se le está pidiendo 70 millones de dólares a los Estados Unidos para poder realizar las fumigaciones pertinentes, así como las inspecciones por aire y tierra de los cultivos.
Si no se aplican las medidas necesarias en los próximos días, la cosecha de marzo se vería gravemente reducida y provocaría una hambruna mayor en la costa este de África. De estos países el más afectado actualmente es Somalia, que ha decretado una emergencia nacional.
El pasado 6 de diciembre, tres ciclones giraban sobre el Índico. “Lo normal es que no haya ninguno al año o quizás uno. En 2018 tuvimos dos y el año pasado ocho. Y sabemos que son los creadores de enjambres”, aseguraba este jueves desde Nairobi Keith Cressman, encargado en la FAO del monitoreo de este insecto.
El País
Fuente: La Vanguardia, El País.