Cuando falten dos semanas para su investidura como presidente de Estados Unidos, Donald Trump tendrá que declarar en el litigio que mantiene con el chef español José Andrés por su hotel en Washington.
Una juez denegó este miércoles la petición de la defensa de Trump de cancelar el testimonio, que deberá prestar la primera semana de enero ante abogados de Andrés.
La magistrada también negó la solicitud del magnate de limitar la duración de su declaración ante el argumento de su defensa de que Trump tiene una apretada agenda como mandatario electo.
La declaración podrá durar hasta siete horas y tendrá lugar en Nueva York.Ambas partes mantienen una disputa legal desde 2015 cuando el cocinero canceló su plan de abrir un restaurante en el nuevo hotel de lujo de Trump en Washington, inaugurado el pasado octubre, en protesta por los ataques a los inmigrantes mexicanos lanzados por el entonces aspirante republicano.
El empresario de hoteles y casinos interpuso en agosto de 2015 una demanda contra Andrés, en la que le reclama una indemnización de diez millones de dólares por la ruptura del contrato.
El chef, una celebridad gastronómica en EE UU y cercano al Partido Demócrata, contraatacó en octubre de ese año con una petición de una compensación de al menos ocho millones de dólares por "los gastos incurridos en el desarrollo del restaurante", así como "los beneficios perdidos y los intereses".
La decisión de la juez Jennifer A. Di Toro llega al día siguiente de que Andrés ofreciera un pacto a Trump para sellar el contencioso. "¿Podemos cerrar nuestras demandas y donar el dinero a una ONG de veteranos para celebrarlo? ¿Por qué seguir litigando? Ganemos ambos", escribió el chef en su cuenta de Twitter en un mensaje con copia al futuro presidente.
Este es solo uno de los numerosos procesos judiciales que tiene abiertos Trump. A finales de octubre, según un análisis del diario USA Today, el republicano tenía abiertos al menos 75 de los alrededor de 4.000 casos contra él o sus empresas.
Tras ganar las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, Trump llegó a un acuerdo millonario para cerrar un proceso en el que se acusaba de estafa a un centro educativo suyo, algo que había rechazado hacer durante la campaña.
Con información de El País