El presidente de Brasil, Michel Temer afirmó que fue "desagradable" oír su nombre en las delaciones de exdirectivos del grupo Odebrecht y consideró "razonable" y "legítima" la indignación de la población tras los nuevos escándalos de corrupción destapados a partir de esos testimonios.
"Es una cosa desagradable para quien está en la vida pública hace tanto tiempo como yo, gracias a Dios sin manchas, es muy desagradable oír ese testimonio. Constriñe", manifestó el mandatario esta noche en una entrevista a TV Band.
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El exdirectivo de Odebrecht Márcio Faria declaró a la Justicia que estuvo en una reunión en la que el actual jefe de Estado, en la época vicepresidente, y otros dirigentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) llegaron a pedir 40 millones de dólares / 37,6 millones de euros para favorecer contratos del grupo con la estatal Petrobras.
Temer reiteró que en esa reunión no se trató "ninguna cuestión de valores" porque el objetivo del encuentro era "saludar" para "mostrar que (Odebrecht) podría ayudar eventualmente a la campaña".
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"No sabía de valores, no se habló de contratos, evidentemente. No se habló de nada de eso", insistió.
El presidente reconoció que Odebrecht, la mayor constructora de Brasil e implicada en la gigantesca trama de corrupción destapada en Petrobras, "colaboró" con donaciones declaradas en las elecciones de 2010 y 2014 por un "valor oficial de 11 millones y 300 mil y pocos reales (unos 3,5 millones de dólares / 3,2 millones de euros).
"Da la impresión de que ese fue el único empresario con quien tuve contacto a lo largo de mis 35 años de vida pública. A lo largo del tiempo, tuve muchos contactos con muchos empresarios, con varios sectores", señaló Temer.
Con información de EFE