Las elecciones parlamentarias del 2 de marzo son cruciales para Benjamín Netanyahu quien necesita 61 votos para formar gobierno y no ha podido conseguirlos.
El Político
El proceso del 2 de marzo, no sólo definirá el gobierno de Israel, sino su carrera política
Israel acudirá a sus terceras elecciones en un año, en medio de un panorama complicado, porque a la disputa misma por control del gobierno, se une el juicio al actual primer ministro Benjamín Netanyahu, que habrá de comenzar dos semanas después del proceso electoral.
A todo ello se suma el enfrentamiento con el mundo palestino, exarcerbado por el “Proyecto del siglo”, presentado por el presidente norteamericano Donald Trump, como una vía para el mejoramiento de las relaciones Israel-Palestina, pero por el contrario sólo han servido para acrecentar la violencia.
Así van las encuestas a dos semanas de las elecciones
Azul y Blanco Benny Gantz, 33
Likud Benjamin Netanyahu, 32
Joint List Ayman Odeh, 13
Labor–Gesher–Meretz Amir Peretz, 10
Shas Aryeh Deri. 9
Yisrael Beiteinu, Avigdor Lieberman 8
UTJ Yaakov Litzman, 7
Yamina Naftali Bennett, 7
Green Party Stav Shaffir, 1
Como resultado, Netanyahu y Gantz acordaron en principio que la única solución era un gobierno de unidad nacional entre el Likud de Netanyahu y los partidos Azul y Blanco de Gantz. [3] Sin embargo, los desacuerdos sustanciales sobre los términos de dicho gobierno impidieron que se formara uno, ya que Netanyahu exigió la inclusión de sus partidos religiosos de derecha aliados, y Gantz se negó a cooperar con un Likud liderado por Netanyahu mientras estuvo bajo acusación. por presunto soborno y fraude
Orly Adas, directora del Comité Central de Elecciones, advirtió que carecía de los fondos y el personal necesarios para llevar a cabo una tercera elección, [4] y el presidente Reuven Rivlin hizo hincapié en su deseo de evitar convocar una, y expresó su consternación en repetidas ocasiones por no haber formado un Gobierno de unidad.
Sin embargo, como lo exige la Ley Básica, inició el 21 de noviembre de 2019 en un período de 21 días en el que a cualquier miembro de la Knéset (MK) que recibió el apoyo de 60 de sus colegas legisladores se le permitió intentar formar un gobierno. Después de que ningún MK tuvo éxito en esta tarea antes del 11 de diciembre, Rivlin se vio obligado a convocar a la nueva elección.
Netanyahu en dura encrucijada
Para el durísimo luchador que es Netanyahu su presentación a las elecciones del dos de marzo, tiene el peso de que exactamente el 17 de ese mismo mes comienza el juicio, en el que se le acusa de corrupción y cohecho.
Precisamente esa circunstancia ha servido para que su más fuerte oponente haya señalado que de ningn una manera formaría un gobierno con un hombre con un juicio en curso.
Lejos de amilanarse el primer ministro ha redoblado su esfuerzo por todo el país, ha contactado a grupos y personalidades que podrían ser decisivas en un proceso tan ajustado, que hasta no presenta favoritismo para ningún candidato.
En esa onda se inscribe su promesa de hacer una nueva colonia en Jerusalén, haciendo promesas de construir dos mil nuevas viviendas, ofreciendo una parte de ellas a la comunidad palestina, como parte del Plan Trump.
Ello por supuesto ya ha recibido el rechazo de los palestinos, que consideran el plan como la “bofetada del siglo”.
Acuerdo del Siglo
La piedra angular de la campaña electoral de Netanyahu está afincada en la defensa de la proposición del mandatario norteamericano, que ciertamente ha encontrado adversarios y defensores no sólo en el complicado Oriente Medio, sino en todo el mundo.
No son fáciles las perspectivas para las elecciones del dos de marzo para el primer ministro en funciones, pero Netanyahu es un caballo de combate y nada tendría de extraño que pese a todas las adversidades, una vez más resulte victorioso y vuelva a ceñirse la corona de primer ministro.