Un tribunal de Trinidad y Tobago decidió que los 16 niños deportados a Venezuela hace cuatro días podrán quedarse en la isla, al igual que sus padres.
El Político
Este jueves trasladaron a los niños a un lugar con mejores condiciones, donde guardan cuarentena para luego reunirse con sus familiares. Informó a través de su cuenta de Instagram el comisionado para crisis de migrantes y refugiados ante la ONU, David Smolansky.
Luego de una audiencia, la jueza trinitense Avason Quinlan-Williams otorgó una orden judicial para detener una segunda deportación de los 16 niños venezolanos que están en la isla, según La Vanguardia.
Al comienzo de la audiencia, Quinlan-Williams planteó el hecho de que el caso estaba atrayendo la atención de los medios. Advirtió que los nombres de los niños no deberían ser revelados.

Presentarán demandas individuales

El abogado Gerald Ramdeen es quien lidera el equipo legal de todo el grupo. Indicó que pasaría el fin de
semana presentando demandas individuales similares para los otros miembros del grupo para asegurarse de que reciban un trato similar.
Durante la audiencia, Ramdeen también se quejó de que a la familia de tres, que trasladaron a la instalación de cuarentena en el centro de detención de migrantes en el Helipuerto de Chaguaramas ayer, no le permitieron contactar a sus familiares en Trinidad.
Quieren conversar

El abogado principal Reginald Armour, quien dirigió el equipo legal del estado, indicó que él y Ramdeen deberían mantener más conversaciones sobre las condiciones de la cuarentena de la familia.
Según el diario Guardian Media los familiares de la familia presentaron solicitudes de asilo para ellos ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las cuales aprobaron ayer.
Al personal de los medios de comunicación y los observadores le ordenaron retirarse de la audiencia virtual en una etapa preliminar antes de que se planteara y discutiera el compromiso. Los medios tampoco tuvieron acceso a la audiencia de ayer ya que el caso involucra a menores.
Una historia de dolor
Al grupo de venezolanos, que consta de 16 niños y 10 adultos, lo detuvieron poco después de llegar a Chatam el martes pasado.
A los migrantes, el más joven de los cuales tiene cuatro meses, se les hizo la prueba de COVID-19 y todos resultaron negativos. Luego estuvieron detenidos en varias comisarías hasta su repatriación el domingo por la mañana. Los migrantes fueron colocados en dos embarcaciones civiles, sin salvavidas, y escoltados fuera de las aguas de T&T por la Guardia Costera.
Aunque Quinlan-Williams ordenó que el grupo fuera llevado ante ella durante una audiencia el lunes, los fiscales estatales le informaron que no podían cumplir porque ya estaban fuera de la jurisdicción. Ella desestimó sus casos de hábeas corpus.
Pero el grupo regresó a Trinidad y aterrizó en Los Iros el martes por la tarde y fue inmediatamente detenido por la policía y llevado para un examen médico. Luego los retuvieron en la comisaría de Erin.
La cuarentena comenzó el martes
Las órdenes de cuarentena, emitidas al grupo y obtenidas por Guardian Media, indicaron que su cuarentena comenzó el martes (24 de noviembre) cuando regresaron y continuó mientras estaban detenidos en la estación de policía.
En los expedientes judiciales, obtenidos por Guardian Media, el equipo legal de los migrantes alegó que las acciones de los funcionarios del Estado al deportarlos el domingo violaron sus derechos constitucionales a la libertad, la protección de la ley y la privacidad y la vida familiar, que están garantizados a cualquier persona. dentro de T&T, incluidos los inmigrantes ilegales.
También alegaron que la acción violó varios tratados internacionales y la Política Nacional de Atención de Refugiados y Asilo, creada en 2014 y vigente.
Trinidad politiza el caso
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, acusó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), David Smolansky, de explotar la crisis migratoria de los venezolanos para inflar y sostener sus propios presupuestos operativos, según dice El Pitazo.
Las autoridades de Trinidad han decidido poner límites a los migrantes venezolanos con el alegato de que se trata de una isla con poca capacidad, sin embargo mantienen presos en muy precarias condiciones, indican diversas fuentes.
El embajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story dijo que su persona no puede opinar como un político, sin embargo en un concepto personal indicó “Existe crisis humanitaria en Venezuela, yo lo comprobé. No solo me da pena por los jóvenes en Trinidad y Tobago, también por los 6 millones de venezolanos que han salido del país y por los 30 millones que permanecen en el (…) soy creyente de que la lógica de la libertad es más fuertes que la amenaza de una dictadura”.
Fuente: Guardian
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