Pastoral de Movilidad Humana (PMH), organización guatemalteca de filiación católica, ha reaccionado de manera constante a la puesta en marcha del acuerdo de solicitudes de asilo entre Estados Unidos y Guatemala, según difundió VoaNoticias
El Político
A través de varios comunicados, la PMH se hizo eco de su preocupación por quiénes serán enviados a Guatemala.
Para el grupo perteneciente a la Conferencia Episcopal de Guatemala, los deportados son solicitantes de protección, por lo cual se les debe garantizar el derecho de “no devolución” a su país de origen de donde salieron huyendo.
En un comunicado del pasado 21 de noviembre manifestaron lo siguiente: “Hacemos responsables a Estados Unidos de América, al Estado de Guatemala y a la (Organización Internacional de las Migraciones) OIM de cualquier violación a los derechos humanos y les hacemos responsables incluso de la posible muerte de estas personas, a quienes no se les respetó el derecho a solicitar, ser reconocidos, acompañados e integrados a una comunidad segura para resguardar la vida”, indica
Es de hacer notar que PMH, con base en la doctrina social de la Iglesia se identifica como una “comunidad peregrina y samaritana que acoge, protege, promueve e integra a las personas migrantes, refugiadas y víctimas de trata”.
Como se sabe, el Acuerdo Migratorio de Solicitudes de Asilo, que fue firmado con Estados Unidos el 26 de julio, se puso en marcha el 21 de noviembre con la llegada a Guatemala de un ciudadano de origen hondureño.
La organización aseguró que no tiene conocimiento de ninguna iniciativa para asistencia humanitaria durante la solicitud y mucho menos, para una integración local al ser reconocidos.
El Acuerdo Migratorio de Solicitudes de Asilo, que fue firmado con Estados Unidos el 26 de julio, se puso en marcha el 21 de noviembre con la llegada a Guatemala de un ciudadano de origen hondureño.
Desde la organización caritativa, además, aseguraron que no tienen conocimiento de ninguna iniciativa para asistencia humanitaria durante la solicitud y mucho menos, para una integración local al ser reconocidos.
En ese sentido, el padre José Luis González, Coordinador de la Red Jesuita con migrantes en Guatemala explica que no es lo mismo ser migrante que ser solicitante de asilo. “La diferencia está, en una palabra: huir, si la persona está huyendo y regresa a su lugar y lo matan, es un refugiado, aunque esa persona no lo sepa y se considere migrante”, refirió.
En otro comunicado del pasado domingo, la PMH recalcó la necesidad de poner atención sobre “las personas en situación en tránsito, desalojo, desplazamiento, trabajo laboral transnacional, deportación, repatriación, retorno “voluntario” y “asistido”, solicitantes, refugio y trata”.
Con información de: VoaNoticias