Relacionados » Revocatorio: Maduro pide incremento de poderío militar y aumenta tensión Los militares venezolanos comenzaron a fiscalizar este martes la distribución de alimentos en puertos, aeropuertos y empresas, un día después de que el presidente Nicolás Maduro les delegara un plan para paliar la aguda escasez. Así, decenas de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) fueron desplegados en los estados de Vargas, Miranda Carabobo (centro), Falcón, Lara, Zulia (oeste) y Anzoátegui (este) para inspeccionar la distribución de víveres y otros bienes básicos. "Hemos ocupado algunos puertos y hemos comenzado a visitar algunos silos, almacenes, empresas públicas, privadas, para ir teniendo (…) un gran diagnóstico nacional que nos permita poner orden" , declaró el ministro de Defensa, Vladimir Padrino , en un acto público. Como responsable del programa, la autoridad señaló que aunque no es partidario de la "intervención militar" en cuestiones civiles, justificó la medida en que "este es un asunto de seguridad y defensa de la Nación". Al lanzar la denominado "Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro", el gobernante venezolano dijo la noche del lunes que el objetivo es "acabar con los sistemas y mecanismos de comercialización que atacan, irritan y roban al pueblo", como el "bachaqueo" o reventa de alimentos subsidiados, que terminan en manos de contrabandistas con la complicidad de funcionarios corruptos. Según Maduro, ese delito, castigado con cinco años de cárcel, hace parte de una "guerra no convencional" emprendida por la oposición y el empresariado de derecha para derrocarlo y que por ello ha invocado la necesidad de otorgar más poder a los militares. "Vamos a garantizar que lo que llega al puerto y lo que viene por las carreteras vaya a los consumidores, no vaya a la reventa o al bachaqueo", declaró el gobernador de Zulia, Francisco Arias, a la televisora gubernamental. Duramente golpeada por la caída de los precios del petróleo, la economía venezolana registra una escasez de 80% de alimentos y medicinas y una inflación de 180,9% en 2015, proyectada en 720% por el FMI para 2016. La situación de desabastecimiento generó saqueos en los últimos meses. El lunes, el gobierno ordenó la toma por parte de sus empleados, de la planta de Kimberly-Clark, fabricante estadounidense de productos de higiene, después de que la compañía paralizara operaciones aduciendo problemas económicos. Los empresarios piden a la administración de Maduro que entregue divisas para cancelar sus deudas con proveedores internacionales y reactivar así la producción, en medio del control cambiario y de precios que rige en el país petrolero.
Con Información de: La Nacion