El Político.- La emergencia en Venezuela se acrecienta gracias a la terquedad y falta de humanidad de los representantes del régimen de Nicolás Maduro que siguen rechazando la entrada de alimentos y medicamentos ofrecidos por otros gobiernos.
No les importa poner en peligro la integridad física y emocional de muchos venezolanos, que continúan padeciendo por la escasez prolongada de medicinas, insumos médicos y alimentos.
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los nuevos hábitos alimenticios producto de la escasez y la hiperinflación, también han cambiado la forma de ser y, en gran medida, la cultura de los venezolanos.
En la calle, las personas se muestran hostiles y molestas; la tolerancia se ha convertido en un valor prácticamente ausente de las conversaciones entre ciudadanos del mismo país, sobre todo cuando se toca el tema de la política; y las personas se han tornado más desconfiadas unas de otras.
Colas para todo
Si hay un hábito que se ha creado para quedarse en la cultura colectiva es el de hacer cola por todos, aunque no sea necesario. Muchas veces, basta con que dos personas se ubiquen una detrás de otra en la entrada de un establecimiento para que, progresivamente, la cola vaya creciendo sin que nadie sepa.
Saqueos
Esta ha sido una de las prácticas más vívidas y más duras que ha aparecido en los venezolanos. Se trata de un círculo vicioso: no hay alimentos y, por eso, saquean locales y camiones de comida, pero eso no va a traer más comida; todo lo contrario, va a generar más inflación.
El Comunismo del Siglo XXI animaliza a los venezolanos. Esto fue el saqueo de un camión de pastas ayer #8Marzo en San Juan de los Morros, Guárico. #Venezuela #DictaduraMiseriaYMuerte pic.twitter.com/eAqDpIoNox
— ?? OcupadO ?? (@ocupado_2007) March 9, 2018
“Me tienen que ayudar”
Una de las peores ideas que ha sembrado el socialismo del siglo XXI en los venezolanos es que, ante cualquier problema que tenga, aunque haya sido por causa propia, debe haber “alguien” que los ayude.
Con información de Maduradas