Desde 1955, en junio de cada año, la revista Fortune publica un listado con las 500 empresas más grandes de Estados Unidos llamado Fortune 500 , el cual clasifica a las compañías de acuerdo a sus ventas. Siempre es interesante ver la lista, pero este año lo que más me llamó la atención fueron los primeros tres lugares.
Lo más sorprendente no es el primero, ni el segundo lugar. ¡Es el tercero! Apple una empresa con ventas de 234,000 millones de dólares y utilidades de 53,400 es de muy reciente creación: apenas fundada en 1976, 21 años después de que la lista iniciara. Su ascenso en la lista, ha sido impresionante: en 2006 ocupaba el lugar 159; en 2011, el 35 y ahora, el tercero. Su margen de utilidades es enorme, del 35%, quizá por eso sea de las tres primeras empresas la que tiene el mayor valor de mercado: unos 604,000 millones de dólares.
¿Dónde está el secreto? En la Innovación.
Desde el regreso de Steve Jobs a Apple, en 1997, la empresa ha sorprendido al mercado con lanzamientos de productos disruptivos y sumamente innovadores: iPod, iTunes, iPhone, iPad. A la vez, son muy fáciles de utilizar y de excelente calidad, aunque a precios elevados que los clientes pagan sin chistar, pues sienten que los productos lo valen, de ahí los márgenes tan altos.
Y es que con la intensa globalización que vivimos, los tratados de libre comercio y las desregulaciones, todo es cada vez más barato, más accesible y los productos se vuelven "commodities" . Entonces, la única manera de darles valor (que los clientes reconozcan y paguen) es hacerlos innovadores para que ofrezcan "más" (mejores soluciones, de más calidad, con más eficacia). Eso hace Apple con sus productos.
Las otras empresas de la lista también dejan lecciones. Walmart ocupa el 1er lugar por segundo año consecutivo. Vendió 486 miles de millones de dólares y, muy probablemente, para 2017 llegue a la astronómica cifra de medio millón de millones de dólares. En su momento, era una empresa tremendamente innovadora, ahora es una empresa muy eficiente y también es de relativamente reciente creación.
Fue fundada en 1962 por Sam Walton, quien como ejecutivo de una cadena de supermercados concibió una idea: un gran almacén, con marcas de prestigio, a precios lo más bajos posibles. Pero sus superiores no le compraron la idea y así, a los 48 años, Walton abrió su primera tienda. Hoy, si sumamos la fortuna de sus herederos, cuatro hijos y sobrinos, la familia Walton encabeza la lista de billonarios.
Por su parte, Exxon ha tenido mejores años, lleva cuatro años consecutivos de caída en ventas, pero sigue siendo una empresa importante. Fue fundada por el legendario John D. Rockefeller, en 1870, y es una de las pocas de la lista Fortune 500 de 2016 que apareció en la original de 1955. De hecho, de las 25 más grandes de 1955 -lista que encabezaba la General Motors con 9,000 millones de dólares de ventas, de aquel entonces- sólo quedan cinco: Exxon, Chevron, GE, General Motors y Ford. Lo cual nos ilustra la importancia de los emprendedores y del surgimiento de empresas tan importantes que provocan.
La conclusión de estas reflexiones es entonces que hay que seguir innovando y crecer con utilidades. Innovar requiere de practicar los cinco hábitos del innovador, según Clay Christensen, de la Harvard Business School: Desafiar el status quo, observar, hacer redes (networking), experimentar y unir los puntos. El tema da para más…
El autor es profesor del Área de Política de Empresa (Estrategia y Dirección) y Director de Programas In-company en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE).
Con Información de: El Financiero