Una de las tecnologías que más ha crecido en los últimos tiempos es la impresión 3D. Esta forma de imprimir y dar forma material a nuestras ideas se implementa en diversos campos como la medicina, la arquitectura y la artesanía, previendo un gran futuro en otras ramas. Una de ellas es la educación, en donde está incursionando dando su impronta y brindando la posibilidad de modelar objetos en el aula de una escuela.
Redacción El Político
Este tipo de tecnología permite transformar un diseño digital en un objeto físico a través de diferentes metodologías, cada una en función de la forma y el tipo de material utilizado para crear las piezas. De esta manera es posible tener, en pocas horas, por ejemplo, herramientas, útiles de laboratorio, maquetas o prototipos realizados por los alumnos, reseñó el portal Milatina.
La educación formal en instituciones educativas esta atravesada por la tecnología. Desde proyectos de inclusión de Netbooks hasta la inserción de plataformas virtuales de enseñanzas dan forma a la escuela. En tal sentido NMC Horizon Project, una iniciativa de análisis de tecnologías emergentes en educación, investigación, creación y gestión de la información realiza un informe anual sobre el impacto y evolución de la tecnología en las aulas.
El informe de 2014, en colaboración con EDUCAUSE Learning Initiative, hace eco de cuáles serán las tecnologías a adoptar en los próximos cinco años dentro del ámbito educativo. Según este informe la fabricación digital tendrá una importante relevancia en la educación, la ciencia y la investigación creativa, y asegura que la impresión 3D será una de las tendencias que se adoptarán en la enseñanza superior en un plazo de entre cuatro y cinco años.
En base a esto hay algunas empresas fabricantes, como MakerBot Industries, que han desarrollado planes piloto para implementar estas tecnologías en centros educativos de Nueva Cork.
Según Marcelo Ruiz Camauër, socio fundador de Kikai Labs, el uso de impresoras 3D es aplicable para materias técnicas, de electrónica o diseño, y también para otras áreas educativas. Por ejemplo, en geografía y ciencias naturales, para el desarrollo de maquetas; en matemática, para la visualización de funciones y conceptos abstractos; en arquitectura, para prototipos de objetos y mobiliario; o en historia, en la recreación de lugares o personajes históricos. Dar forma a nuestras ideas parece estar a la vuelta de la esquina.