El presidente brasileño, Michel Temer, confirmó hoy que un proyecto de reforma del régimen de jubilaciones y pensiones que remitirá esta semana al Parlamento propone fijar en 65 años la edad mínima para acceder a esos beneficios sociales.
"El proyecto está siendo finalizado", ya ha sido discutido con diversos sectores de la sociedad civil, entre ellos sindicatos y organizaciones empresariales, y es "absolutamente necesario" para ponerle freno al creciente déficit del sistema de pensiones, dijo.
Según las leyes actuales, en Brasil las mujeres pueden jubilarse con 30 años de cotización y los hombres con 35 y no existe para ello ningún límite de edad, con lo que hay quienes llegan a acogerse al sistema de protección social con apenas 50 años.
La propuesta del Gobierno, que será presentada formalmente a las cámaras legislativas durante esta semana, altera esa regla y propone una edad mínima de 65 años tanto para hombres como para mujeres, con por lo menos 25 años de cotizaciones.
El gobernante aclaró que, para aquellas personas mayores de 50 años, habrá "reglas de transición" que garantizarán sus "derechos adquiridos", y que la reforma se aplicará integralmente a quienes tengan menos de esa edad.
Temer hizo el anuncio durante un encuentro con miembros de su base parlamentaria, a los que instó a realizar el "mayor esfuerzo" a fin de lograr una rápida aprobación de sus propuestas, las cuales sostuvo que ayudarán a equilibrar las cuentas públicas y, con ello, a dotar de una mayor estabilidad a la economía del país.
La intención del Ejecutivo es atajar el crecimiento del déficit del sistema de jubilaciones y pensiones, que actualmente se calcula en unos 150.000 millones de reales (44.118 millones de dólares).
Con información de EFE