Ante la amenaza de la competencia tecnológica de China, las bancadas demócratas y republicanos en el Senado de EEUU han logrado ponerse de acuerdo este martes. Ambas bancadas aprobaron, como cuestión de Estado; un amplio paquete legislativo para reducir la dependencia del gigante asiático.
El Político
El Senado de EEUU aprobó este martes por amplia mayoría un proyecto de ley que prevé cuantiosas inversiones en ciencia y tecnología, presentado como un texto “histórico”; para contrarrestar la amenaza económica de China y su modelo “autoritario”.
El plan destina más de 170.000 millones de dólares a la investigación y el desarrollo, con la intención de animar a las empresas a producir semiconductores en EEUU.
EEUU vs China
Una escasez mundial de estos componentes, fabricados principalmente en Asia, afecta a numerosos sectores claves como la industria automotriz en EEUU; y las comunicaciones, poniendo de manifiesto la importancia de poder producirlos.
El texto según reseñó Infobae se aprobó por 68 votos a favor y 32 en contra en el Senado. Ahora tendrá que ser adoptado definitivamente por la Cámara de Representantes, en una fecha que aún no se fijó, y ser firmado por el presidente Joe Biden.
El mandatario demócrata celebró este martes la adopción del proyecto de ley; afirmando en un comunicado que Estados Unidos está inmerso “en una competición para ganar el siglo XXI”.
Acuerdo histórico
“El proyecto de ley pasará a la historia de EEUU como una de las cosas más importantes que ha hecho esta cámara en mucho tiempo”; dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, en el pleno antes de la votación.
“Quien gane la carrera hacia las tecnologías del futuro será el líder económico mundial; con profundas consecuencias también para la política exterior y la seguridad nacional”, añadió.
El líder de la minoría republicana en el Senado de EEUU, Mitch McConnell, lamentó que el plan deje “fuera” algunas medidas, pero finalmente votó a favor. “Desde las cadenas de suministro críticas hasta la propiedad intelectual y la contrainteligencia; aborda cuestiones claves que ayudarán a definir nuestros fundamentos estratégicos durante las próximas décadas”, aseguró.