Tiene una visión pragmática sobre la estrategia de inserción internacional del país. Está convencido de que la mejora en el acceso a los bienes debe ser el timón que guíe la política en la materia, aunque advirtió que eso "no se puede hacer a cualquier costo". Admitió un rezago importante en entrenamiento que tienen los técnicos uruguayos que hoy están negociando acuerdos comerciales producto de la falta de gimnasia que tiene el país en esa materia.
El Observador dialogó en su despacho con el director de la Unidad de Asuntos Internacionales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Mario Piacenza, para conocer los grandes ejes en marcha de la política comercial.
Si bien en una primera mirada, Uruguay y Nueva Zelanda (modelo en manera de inserción internacional) parecen tener "muchas cosas en común", luego de una análisis más a fondo se comprobó que es "imposible pensar y actuar" como lo hace el país de Oceanía. "Acá nos pasamos años discutiendo cosas. Ellos (por los neozelandeses) lo resuelven en dos horas. Culturalmente somos muy distintos", reconoció.
Piacenza recordó que cuando se habla de inserción, no solo deben tenerse en cuenta los aranceles, ya que es uno de los ítems, también están los aspectos sanitarios y los precios. "Es una discusión que por suerte se ha superado. Similar a la que se da con la competitividad, donde nadie sostiene que es solo tipo de cambio", explicó.
"¿Cómo logramos la mayor eficiencia en el acceso a los mercados al menor costo posible? Es esa la clave. Teniendo en cuenta que en cada una de las negociaciones ganamos y perdemos", recordó.
Por otro lado, indicó que en un país chico, que tiene "poco para ofrecer", la agenda para negociar acuerdos comerciales "no es amplia. No hay una lista de 85 países en el mundo que nos están esperando. Esa es la realidad. Tenemos pocas oportunidades. Y mientras se alinean los astros y se da una negociación importante hay que seguir. Mientras pensamos en las grandes ligas, la actividad diaria continúa y hay que darle soluciones", afirmó.
Por ello, el jerarca defiende la búsqueda de acuerdos como los que se intenta alcanzar con Angola para el intercambio de petróleo por pescado y otros alimentos que produce el país. "A esos productores no le podemos decir que esperen cinco o diez años que nosotros estamos negociamos un acuerdo con Europa. Eso es de una irresponsabilidad total y no saber dónde estar parados. El problema es que esos determinados sectores necesitan soluciones ya", argumentó.
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